Arqueólogos peruanos estudian nuevas teorías que expliquen la función que cumplió la antigua plaza ceremonial de huaca de la Luna, en la provincia norteña de Trujillo, ante los recientes hallazgos presentados hoy.
El primer descubrimiento se trata de una plataforma escalonada, con una rampa lateral y restos de pinturas policromadas que han desaparecido casi en su totalidad, indicó el codirector del complejo arqueológico Huacas de Moche, Santiago Uceda.
Dijo que la estructura, que habría sido un importante altar en donde se oficiaron rituales de la sociedad Moche, fue encontrada en el lado oeste de la plaza principal, justo frente a la fachada del templo de adobe.
“No se ha identificado un hallazgo igual en otro templo moche a la fecha o por lo menos aún no ha sido documentado”, comentó Uceda.
El segundo descubrimiento se trata de un nuevo acceso al templo, que habría sido sellado durante la ocupación Moche, desconociendo si sirvió para el ingreso de sacerdotes y personas ligadas al templo o para guerreros y prisioneros.
“Estas interrogantes podrían resolverse con las excavaciones que se harán en los próximos años en la zona aledaña aunque para eso aún debemos buscar fuentes de financiamiento”, señaló.
Las primeras teorías sobre la función ceremonial de plaza señalaban que el lugar era un centro de sacrificios humanos de pobladores Moche, y que el acceso era muy restringido al tener un solo ingreso.
Sin embargo, Uceda sostuvo que el hallazgo de la nueva entrada podría cambiar el panorama al abrir muchas posibilidades sobre quiénes y por qué ingresaban por determinado lugar.
Las hipótesis iniciales también proponían que el acto ritual consistía en llevar a los prisioneros hacia la zona este del patio, en donde se presume que se realizan las ceremonias por encontrar estructuras especiales.
No obstante, el nuevo altar desenterrado hace presumir que la ceremonia también se llevaba a cabo allí.
“La pregunta es qué hacían en dicho sitio. Presentaban a los prisioneros o desarrollaban algún otro ritual con ellos. No lo sabemos”, se cuestionó.
La huaca de la Luna es una pirámide de adobe que fue construida hace unos 1,500 años. Se ubica en el distrito trujillano de Moche, a unos 20 minutos del Centro Histórico.
El monumento es uno de los principales atractivos turísticos de la Ruta Moche y aspira a convertirse en Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Dijo que la estructura, que habría sido un importante altar en donde se oficiaron rituales de la sociedad Moche, fue encontrada en el lado oeste de la plaza principal, justo frente a la fachada del templo de adobe.
“No se ha identificado un hallazgo igual en otro templo moche a la fecha o por lo menos aún no ha sido documentado”, comentó Uceda.
El segundo descubrimiento se trata de un nuevo acceso al templo, que habría sido sellado durante la ocupación Moche, desconociendo si sirvió para el ingreso de sacerdotes y personas ligadas al templo o para guerreros y prisioneros.
“Estas interrogantes podrían resolverse con las excavaciones que se harán en los próximos años en la zona aledaña aunque para eso aún debemos buscar fuentes de financiamiento”, señaló.
Las primeras teorías sobre la función ceremonial de plaza señalaban que el lugar era un centro de sacrificios humanos de pobladores Moche, y que el acceso era muy restringido al tener un solo ingreso.
Sin embargo, Uceda sostuvo que el hallazgo de la nueva entrada podría cambiar el panorama al abrir muchas posibilidades sobre quiénes y por qué ingresaban por determinado lugar.
Las hipótesis iniciales también proponían que el acto ritual consistía en llevar a los prisioneros hacia la zona este del patio, en donde se presume que se realizan las ceremonias por encontrar estructuras especiales.
No obstante, el nuevo altar desenterrado hace presumir que la ceremonia también se llevaba a cabo allí.
“La pregunta es qué hacían en dicho sitio. Presentaban a los prisioneros o desarrollaban algún otro ritual con ellos. No lo sabemos”, se cuestionó.
La huaca de la Luna es una pirámide de adobe que fue construida hace unos 1,500 años. Se ubica en el distrito trujillano de Moche, a unos 20 minutos del Centro Histórico.
El monumento es uno de los principales atractivos turísticos de la Ruta Moche y aspira a convertirse en Patrimonio Cultural de la Humanidad.
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